viernes, 5 de abril de 2013

Juzgar un libro por la portada


Uno de los momentos que más disfruto en el proceso de edición de un libro es la elección de la cubierta, aunque he de admitir que no está exento de cierto estrés. Sin entrar en aspectos técnicos, y muy importantes en el caso de los libros electrónicos y de los que se ha escrito en foros más especializados, no es fácil encontrar el equilibrio entre la estética adecuada, la imagen acorde a la personalidad de la editorial, el reflejo idóneo de la novela y el criterio del autor (a quien nosotros implicamos tanto como este quiera). Pero si, como es nuestro caso, se cuenta con un excelente profesional del diseño de cubiertas, capaz de capturar el alma de la historia en una sola imagen, el resultado final es simplemente maravilloso.

Todo ello tiene que estar ejecutado bajo una máxima inamovible: es lo primero que el lector va a ver del libro, tiene que capturar su atención, sugerirle que es un buen libro y presentarle lo que va a encontrar dentro.

Esta reflexión surge a raíz de la portada que presenta esta entrada, capturada en una librería del sur de Portugal. Independientemente del criterio estético de cada uno, no puedo dejar de pensar en la quinceañera que comprará ese libro pensando que va leer la historia de una moderna chica de ciudad que encuentra el amor y la libertad en la Provenza francesa y se encuentra con la dramática, y maravillosa, Jane Eyre. ¿Sentirá decepción o deliciosa sorpresa?

Si os gusta el tema, os recomiendo el blog Caustic Cover Critic (en inglés).

14 comentarios:

  1. El otro día me topé con este blog (no es publicidad, en serio) con una selección de grandes exponentes de la literatura con portadas horrorosas. Muy interesante si os ha molado la de esta entrada, que apesta a vammpiros ¿no? http://flavorwire.com/378513/20-embarrassingly-bad-book-covers-for-classic-novels/view-all

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    1. Las hay realmente horrorosas, sí. Por cierto, tienes un blog muy chulo, pollito. Un buen corral..

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    2. Muy bueno el blog, muchas gracias por pasarte por aquí y dejarnos el enlace. De hecho alguna de los ejemplos que salen ahí deben ser montajes porque no me puedo creer que a alguien se le haya ocurrido poner un maletín de ejecutivo con un ¿gatito? en la portada de "La pimpinela escarlata". O igual es que tengo que volver a leerla...

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  2. Amalia,
    Creo que la elección de la cubierta es adecuada en este caso pues atrae a la nueva generación a leer un clásico maravilloso y, quizá, una vez que lo comience a leer descubra que hay obras que no pierden vigencia. Adoré Jane Eyre.
    Un abrazo.

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  3. No sé, no sé, Maia, se parece un poco a decir mentirijillas; a ver si el resultado va a ser el opuesto.

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    1. Javi, mi primera reacción fue la misma que la tuya. Pero luego pensé en que al final, nos guste o no, hay que hacer marketing también en el mundo editorial y que si el marketing consigue acercar una buena obra (recalco el hecho de que el fin sea acercar una buena obra y no tomarles el pelo)a las nuevas generaciones, yo me apunto. No me pasa lo mismo con otras obras, pero Jane Eyre estaré encantada de que sea leída por tantos como sea posible. Es espléndida y sigue vigente. Y no es de las obras clásicas difíciles de leer. Además, no es mentira que Jane Eyre deseaba ser libre como la chica de la tapa. Era una adolescente rebelde y pasional, y eso existe en todas las épocas desde que el mundo es mundo.

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    2. Maia, me estás haciendo replantearme mi opinión, que en principio era como la de Javi. Yo veo esa portada y en absoluto representa mi idea de la novela (a la que, como tú, adoro) pero por supuesto estoy de acuerdo en que hay que acercar los clásicos a las nuevas generaciones. Lo que me hace dudar es hasta que punto una imagen en cierto modo "engañosa" (sí, es verdad, Jane deseaba ser libre, pero la novela no es un trasunto liviano y refrescante como promete esa portada) no tendrá el efecto contraproducente en una lectora que muy probablemente estaba esperando leer otra cosa.

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    3. De todas formas yo solo volveré a leer ese libro cuando saquen Jane Eire Z ;-)

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  4. Amalia, si hubiesen elegido una mujer semi-desnuda en posición dudosa o un zapato rojo de taco alto te diría que estoy de acuerdo en que hay engaño; pero en este caso siento que es legítima la imagen. La veo más como una adaptación legítima.

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  5. (Borrame un "legítima". ¡¿Desde cuándo yo tengo tanto fervor por las leyes, por dios?!)

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    1. Jajaja. Obviamente este es un tema de percepciones subjetivas y desde luego en ningún momento se me ocurre juzgar si es legítimo o no usar esta o cualquier otra portada. A mí esta me transmite un mensaje muy diferente a la novela en sí, lo que me hizo reflexionar sobre la importancia de este elemento de diseño en el libro en sí mismo y en su relación (compra, lectura, satisfacción) con el lector.

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  6. Si nos acostumbrado a ver a los grandes griegos adaptados a la vida de hoy ¿por qué no una portada adaptada a la moda actual y los rostros de hoy?... es rompedor, valiente y sobre todo un magnífico reclamo. Otra cosa es que se manipule la sinopsis de la contraportada.

    Creo que Jane Eyre ha sido la heroína de muchas generaciones de jóvenes rebeldes "de sillón". :)

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  7. ¡Muy de acuerdo, Mariluz! Gracias por pasarte por aquí y comentar.

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