miércoles, 26 de febrero de 2014

Leer, escribir, publicar


Largo y tendido se está hablando sobre el auge de la autopublicación, la función del editor y el devenir de la lectura en la realidad digital actual. Hace un par de días, sin ir más lejos, nuestro colega Aharon Quincoces, de la editorial hermana Intangible, publicaba en su blog un justificado artículo sobre su visión de la función del editor (que nosotros ya habíamos repasado también, aunque de forma mucho más somera, en un post anterior). Sin embargo, tanto él como nosotros, pese a tener muy clara nuestra responsabilidad a la hora de implicar a los lectores, ponerlos en contacto con los autores y sus obras y mantener activa esa vía de comunicación, olvidamos, por obvia, mencionar la labor fundamental: promover la lectura. Y es que este es también un tema muy vapuleado, en relación a la sobreabundancia de publicaciones: ¿hay lectores para tanto contenido?

Precisamente también esta semana me encontraba este articulito en la revista Letras Libres sobre lo absurdo de criticar el crecimiento de lo escrito y lo publicado, como si eso fuera malo, con el argumento de que no habrá lectores suficientes para asumirlo. Reconozco que yo misma me he dejado llevar a veces por ese mismo discurso catastrofista, pero en mi opinión que haya cada vez más autores y más libros que son publicados, por la vía que sea, no contribuye más que a mantener sano y diverso el proceso de lectura y a que haya cada vez más lectores, sea lo que sea lo que lean.

Leer, escribir, publicar. Y vuelta a empezar.

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