jueves, 6 de febrero de 2014

Los verdaderos creyentes

A raíz de una conversación que vi ayer de pasada en Twitter (y en la que yo no participaba, aclaro) me estuve replanteando la forma en la que los defensores de la edición digital nos presentamos a nosotros mismos, o en la que los demás nos ven. En dicha conversación, que, repito, solo vi de pasada y no pretendo analizar, se hablaba de creyentes digitales, de los que lo eran desde un principio (y, en contraposición, de los que se han convertido a posteriori).

Me pregunto si esta es una buena denominación para los que abogamos por el formato digital, no como redentor del libro o único dios posible en el mundo de la lectura, sino como una evolución lógica y positiva de una actividad con unos cuantos siglos de existencia y a la que le queda aún carrera por delante. Yo no me siento creyente ni tengo la necesidad de evangelizar, más que a veces para defender que los libros que publicamos en sinerrata lo son por sí mismos aunque sean digitales, frente a la teoría extendida, a veces incluso de forma involuntaria mediante acciones no muy inteligentes de la propia industria, de que son un subproducto del formato impreso. Tampoco creo que sea mejor creer en el formato desde el día cero o haberse dado cuenta con el tiempo de que es una enorme oportunidad (de lectura, no de negocio, aunque también) y no una amenaza.

Lo que sí creo sinceramente, y desde hace mucho tiempo, es que el libro electrónico ha venido para quedarse (que no para ganar ninguna guerra, como ya hemos hablado en otras ocasiones), aunque también es cierto que la industria se empeña en no ponerlo fácil y aún quedan obstáculos por salvar, como el tema del DRM (y el previsible desastre que acecha tras la actualización que acaba de anunciar Adobe) y la estandarización de los formatos.

2 comentarios:

  1. El libro electrónico no ha venido para quedarse. Simplemente ya es una realidad y nunca se marchará. Y lo dice un defensor del libro en papel. Me encanta mucho más editar en papel que en digital, pero las ventajas de la edición digital no tienen contestación.

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  2. Exactamente, Francisco. Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar. Saludos.

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