Y pido perdón por prácticamente robarle el título de una película al maestro Buñuel, pero es por una buena causa: dedicarle unas líneas al personaje creado por otro maestro.
Si bien sinerrata es una editorial que no se cierra en banda a ningún género, a estas alturas ha quedado claro que nuestra colección dedicada a la novela negra, sinrastro, es una marca de identidad de esta casa. Ya son dos las sagas que forman parte de esta colección; una ya con tres títulos publicados, claramente asentada, y otra con un título que ha arrancado con fuerza y excelentes críticas.
Si hay un nombre propio al que inevitablemente se ven asociado nuestros títulos ese es el del inmortal detective creado por la pluma de sir Arthur Conan Doyle. Con permiso de los hijos de Agatha Christie, quien habla de Holmes, de Sherlock Holmes, está citando al detective más famoso de la historia. Célebre sobre todos por sus certeros métodos deductivos, que le hicieron triunfar sobre todo tipo de malhechores en los casos planteados a lo largo de 54 relatos y 4 novelas (wikipedia dixit).
Sherlock Holmes era, y es, un personaje, permitidme la expresión, muy potente, con una adicción muy fuerte, con su interesante relación con la música y, hablando de relaciones, con un único amigo y confidente conocido. A lo largo de los años muchos personajes literarios y cinematográficos se han inspirado en Holmes; un caso que no todo el mundo conoce, pero que es francamente curioso, es el del doctor House.
En cuanto a nuestros detectives de cabecera, uno de ellos, el cabo Souto, el personaje creado por Carlos Laredo, como bien se puede ver en el título de sus libros, lleva la relación con Holmes de serie, ya que sus propios compañeros, e incluso sus jefes, lo apodan así, debido a su forma de trabajar minuciosa y extremadamente ordenada.
Souto es también un gran lector de novela negra. Curiosamente, si saltamos a la obra de Fernando Roye, nos encontraremos que en este caso, el personaje que lee con fruición cuanta novela policíaca cae en sus manos, no es el protagonista principal, el sargento Carmelo Domínguez, sino uno de sus ayudantes, Benito Viedma, quien además de leer cuanto llega a sus manos ejerce como el particular doctor Wattson de nuestro sargento de los ojos de diferente color.
La de Fernando Roye es una de esas novelas que tengo más que apuntadas. Me ha gustado mucho este artículo. Biquiños!
ResponderEliminarLectura ideal para las vacaciones, Cris, anímate. Y muchas gracias por visitarnos y comentar, como siempre.
EliminarSherlock es único y siempre será fuente de inspiración, mirarse en los clásicos me parece siempre una buena virtud. A los lectores nos encanta descubrir algún gesto del genial detective en Souto o en Carmelo. Saludos!
ResponderEliminarSin los clásicos no seríamos nada, como bien dices, Mónica. Muchas gracias por pasarte por aquí.
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