viernes, 15 de julio de 2016

Los niños, el verano y la lectura

Estamos en esa época del año en la que los hijos, si los tenemos, han terminado el cole (o el instituto) y tienen todo el día y todo el verano por delante para descansar, jugar y disfrutar del tiempo libre (qué tiempos aquellos, por cierto). En estos días he tenido dos conversaciones sobre este tema con dos familias con posturas diferentes acerca de cómo ven las vacaciones de sus hijos:

Familia 1: El verano es para que los niños descansen de horarios rígidos y deberes, jueguen en la calle e incluso se aburran, y como ya tienen el hábito de todo el año, leen cada día lo que ellos eligen y no hace falta que hagan otro tipo de tarea escolar.

Familia 2: Después de unos primeros días de total laxitud hay que pelear con ellos para que hagan un rato de deberes y lectura y así no pierdan el hábito para cuando empiece de nuevo el curso.

Las dos opciones son perfectamente válidas, y habrá infinitas otras igual de correctas, que nadie interprete que esto es o pretende ser un juicio de valor, simplemente las expongo porque me han hecho pensar acerca de cómo acercar la lectura a los niños, y viceversa, especialmente en una época del año en la que estos tienen más tiempo de ocio y menos obligaciones. Cada uno tendrá su propia estrategia y me consta que todas pueden tener éxito o fracasar dependiendo de múltiples factores, pero también que algunas funcionan mejor que otras. Lo que es seguro es que yo, en concreto, no tengo la solución infalible pero os dejo un par de tuits al respecto que he encontrado esta semana y que dan algunas claves, por si pueden servir de ayuda:



(Traducción libre: Tres formas de impedir que los niños lean: 1. Hacerles leer “clásicos”. 2. Ignorar sus elecciones. 3. Usar el término “educativo”).

Y con esto y nuestros mejores deseos para estos meses de estío, el equipo de sinerrata se despide hasta septiembre, ¡feliz verano y felices lecturas!

jueves, 7 de julio de 2016

Las recomendaciones literarias para el verano en el horno

Están en el horno, quiero decir, que no me cabía el titular.

Tampoco es que la gente se haya echado a las calles en masivas manifestaciones, pancarta en mano, pero puede que algún lector de este blog haya echado de menos el post que, desde sinerrata, dedicamos por estas fechas a recomendaros algunas lecturas para la época estival.

Este año lo vamos a hacer de forma un poco diferente, las recomendaciones irán incluidas en nuestro boletín, donde además de enteraros los primeros de nuestras novedades editoriales, promociones y sorteos, esperamos poder ofreceros, como en esta ocasión, contenido de valor, complementario a lo publicado en este blog y en las redes sociales.


Para las recomendaciones literarias, además de con Amalia, editora de esta casa, y de un servidor, contamos con varios de nuestros autores, y estoy intentando liar a los siguientes bloggers: Rubén Soriano, de Mucha Más Literatura, José Luis Benavente, de 30 de diferencia, Patricia Millán, de Relatos en Construcción, Cristina, de Abrir un Libro, y Mónica Gutiérrez, de Serendipia.

La lista no es cerrada, por supuesto, si algún blogger quiere aportar sus recomendaciones, que lo diga en los comentarios.

viernes, 1 de julio de 2016

Mujeres y el mundo del libro

©Tom Gauld via The Casual Optimist
Aunque en teoría este es un tema que ya deberíamos tener superado, es también una realidad que aún tenemos mucho por resolver en relación a la discriminación de la mujer en nuestra sociedad. Esta cuestión aparece recurrentemente en los medios y el mundo del libro tampoco es ajeno a ella, por supuesto. De hecho, durante este año me he ido encontrando con diferentes artículos y noticias acerca del trato desigual que reciben las mujeres, independientemente de que sean autoras, críticas o editoras; ya escribí aquí mismo sobre ello por primera vez a cuenta de una infografía sobre la diversidad en el sector editorial en Estados Unidos en 2015.

Solo un par de meses más tarde estalló la polémica en nuestro país cuando en el que posiblemente sea el festival dedicado al género con más solera, la Semana Negra de Gijón, no hubo ni una sola mujer entre los finalistas a los premios que otorga. Y hace poco nos llegaba un estudio realizado en Australia que concluía que la crítica especializada presta mucha más atención, y por tanto beneficia, a los autores que a las autoras. Al mismo tiempo, también nos podemos encontrar con artículos en los que se destaca la enorme calidad de las escritoras de novela negra, por ejemplo. 

Este género, el de la novela negra, nos interesa especialmente puesto que es al que está dedicado una de las colecciones que más estamos desarrollando en la editorial, y sin querer ser tan agresiva como para afirmar que las mujeres escriben mejores obras que los hombres, sí que me atrevo a asegurar sin ninguna duda que al menos tienen la misma calidad que ellos, y sin embargo nos está costando trabajo encontrar autoras que quieran publicar con nosotros. Como seguramente ya sabéis, no hace mucho abrimos la recepción de manuscritos de género negro y me sorprende comprobar que recibimos muchas menos propuestas escritas por mujeres.

Ahora mismo, nosotros mismos podríamos ser acusados de discriminación, porque en novela negra solo hemos publicado a hombres (concretamente a Carlos Laredo con su serie sobre el cabo Holmes y a Fernando Roye con la suya del sargento Carmelo Domínguez) y si estoy escribiendo esta entrada es precisamente porque no hay nada más lejos de nuestras intenciones. Así que desde aquí os digo: mujeres escritoras de género negro, ¡os estamos esperando!*

*Aquí tenéis la información para enviarnos vuestros manuscritos, por si estáis interesadas o interesados.