jueves, 27 de abril de 2017

Sant Jordi, superventas, literatura y “los otros”

Créditos de la imagen: Ella es Tanya via Visualhunt.com / CC BY
Este domingo pasado, como ya sabéis, se celebró el Día Internacional del Libro, que tiene una de sus expresiones más bonitas en Cataluña, con Sant Jordi, una verdadera fiesta para lectores, escritores, libreros y editores. En este día, se regalan libros y rosas, que no me diréis que no es una combinación preciosa, y la ciudad se llena de puestos de unos y otras, con lectores comprando, bicheando libros y haciendo cola para conseguir la firma y dedicatoria de su autor favorito.

Es tradicional también en Sant Jordi la lista de los más vendidos del día siguiente y los subsiguientes artículos sobre la eterna pelea calidad-cantidad, es decir, lo mucho que venden los autores más mediáticos (presentadores de televisión, actores, protagonistas de las revistas del corazón, a los que en los últimos años se han unido blogueros y youtubers), en contraposición a las ventas más modestas de los escritores de verdad, de la verdadera literatura (y léase la cursiva con un cierto sarcasmo, por favor).

Yo encuentro otra polémica de la que nadie, o casi nadie, habla y que este año, tras otro paso más en la tendencia general de adquisiciones de los grandes grupos editoriales, es todavía más patente: la posición de clara debilidad que sufren las editoriales pequeñas en este tipo de eventos. Me ha llamado especialmente la atención, y me ha puesto los pelos de punta por las implicaciones que podría tener, este comunicado del editor de Orcinypress donde denuncia un trato desigual desde la organización de la feria que pudiera estar relacionado con no haber tramitado los permisos a través del Gremio de Libreros.

Las editoriales digitales y los autopublicados, por supuesto, no aparecemos ni de pasada en estos repasos superventeros. Las primeras, porque nuestra presencia en estos acontecimientos, tal como están organizados, es difícil*, cuando no está directamente prohibida. Los segundos, porque la industria editorial se empeña en ignorarlos de forma consciente y constante, a ver si así desaparecen y les dejan de hacer pupa en los resultados de ventas.

Me encanta Sant Jordi, sin ninguna duda, pero también me gustaría que pudiera ser un poco más de todos.

*Hay que mencionar que SeeBook, la empresa que comercializa tarjetas de descarga para que los libros electrónicos (por ejemplo, dos de nuestros títulos) puedan estar en librerías de calle, monta desde hace un par de años un estand en Sant Jordi con firmas de los autores que han publicado. 

viernes, 21 de abril de 2017

Muchas editoriales "David" contra dos grandes "Goliat"

El título del artículo no es gratuito, ya que en cierto modo resume el panorama, más allá de la fuerza que cada uno de nosotros considere que pueden tener las editoriales medianas, y qué tipo de sellos podrían entrar dentro de esa definición. Aunque yo me inclino a opinar que, dado el tamaño que pasan a tener los dos grandes grupos dominantes, las sempiterna Planeta por un lado, y el reforzado grupo Penguin Random House tras la compra de Ediciones B, todo lo que queda fuera de sus respectivos paraguas es pequeño.


Comentando este tema con Amalia López, editora de esta casa, sinerrata, me comenta que el único camino que nos queda a los pequeños es diferenciarnos en la oferta, entender que la pelea por la publicación de los best sellers se juega en otras esferas, y apostar por nuevos autores. Yo añadiría que también es cierto que muchos pequeños sellos han sabido explorar muy bien lo que triunfa fuera de España, y anticiparse a las grandes a la hora de traducirlo. Sin duda, también, hay obras que las grandes editoriales desprecian, (iba a ponerlo con comillas, pero no), y que si bien no están llamados al cielo de los superventas, sí que pueden ser un long seller, con ventas decentes sostenidas en el tiempo.

Además de el tema del contenido, habría que plantearse qué estrategias pueden ser válidas en un terreno tan árido. Algunas editoriales están apostando, y podría ser un camino. Me diréis que asociaciones de editores hay muchas, gremios de editores, editores de tal y cuál comunidad autónoma... Sí, pero yo me refiero a asociaciones pensadas realmente para "hacer algo juntos", para lograr sinergias, de editoriales que compartan en parte una filosofía. Veamos algún ejemplo.

Por ejemplo, Contexto de editores, es una asociación puesta en marcha por siete editoriales muy interesantes, de las que a día de hoy  continúan cinco en la aventura. No tienen demasiado actualizada la zona de campañas de las web, pero espero que esto no signifique nada. Nacieron con la intención de colaborar en proyectos y actividades que eran entonces difícilmente asumibles por cada una de ellas de manera individual.

Editores independientes nace con una premisa diferentes, se trata de cuatro editoriales e lengua española, pero de cuatro países diferentes que emprendieron la exploración de una serie de proyectos conjuntos que permitieran extender la presencia de los libros a distintas zonas de la lengua.

Sin duda la naturaleza de las asociaciones queda definida por el tipo de proyectos a construir o de los diferentes retos a afrontar. La idea es identificar dichos retos, proyectos, dificultades y oportunidades, y buscar compañeros de viaje. ¿Puede ser una solución o pedimos a Guy Montag que queme todos los libros y tiramos la toalla?

viernes, 7 de abril de 2017

Así nos ayudan los bloggers con un nuevo libro

Ya os he hablado en muchas ocasiones de la importancia que tienen los bloggers o blogueros literarios en el día de a día de sinerrata. Lo he hecho de forma genérica, al contaros en Ocho cosas que no deberías pedir a un blogger literario la forma en la que creo que hay que trabar la relación editorial-bloggers, siempre desde el respeto más absoluto a lo que no deja de ser un pequeño medio de comunicación.

En otro artículo, Los bloggers sí reseñan editoriales independientes, contestaba a las que quejas de un editor que comentaba que cuando tienes una editorial digital nadie te hace caso, ni los grandes medios ni, decía él, los bloggers. Queda claro que no comparto la segunda parte de sus comentarios, ya que en nuestro caso no solo nos hacen caso, sino que son un puntal de la estrategia de difusión cuando ni tienes demasiados medios para publicitarte ni los medios de prensa te tienen el mismo respeto que a una editorial que da más importancia al formato expreso.

Como la mayoría de vosotros sabréis, lo contábamos la semana pasada, hoy publicamos nuevo libro, concretamente el quinto de la saga del cabo Holmes, del escritor Carlos Laredo: Matar al heredero. Lo que acostumbramos a hacer en estos casos es contactar con varios bloggers para que se lean el libro antes incluso de su publicación para que, como siempre, lean y reseñen con total libertad. Es nuestra forma de lograr que el día del estreno ya tengamos una mínima presencia en blogs y redes sociales.

Ahora mismo, el en día de la publicación del libro, ya podéis leer las opiniones de Tensy, en Lecturafilia, la de Verónica, en El jardín del Sur y la de Antonio Parra, en Solo Novela Negra.

El "trato" ha sido el de siempre, total libertad a la hora de opinar, lo contrario no es justo ni para ellos, ni para nosotros, aunque pudiera parecer lo contrario.