Créditos de la foto: KatJaTo via VisualHunt / CC BY |
Hace unos días casi me atraganto con un artículo de El Diario, que empecé a leer pensando, inocentemente, que se limitaría a enumerar, por enésima vez, los problemas de privacidad a los que los "terroríficos" libros electrónicos nos someten. Pero no, esta vez todavía era peor: utilizando una explicación técnica que ni si quiera los que nos dedicamos a esto podemos seguir muy fácilmente, afirmaba que los libros digitales son vulnerables a ataques de hackers que podrían robar nuestros datos a través de la wifi. Lo que nos faltaba.
Gracias a este otro artículo de The Digital Reader [en inglés], y tras otra explicación técnica, descubro que el problema no solo ya está solucionado sino que es bastante improbable que haya generado ningún ataque efectivo. Pero, ¿dice algo de esto el artículo de El Diario? No; en cambio, nos deja con la impresión de que si hemos comprado libros electrónicos en Amazon, Google o Apple, ya podemos dar por pirateados nuestros datos.
Y, por enésima vez, yo me pregunto: ¿es realmente necesario usar cualquier argumento para atacar a los ebooks? ¿O quizás es solo un recurso para conseguir más lectores gracias a un titular alarmista? O puede que el objetivo en esta ocasión sean las grandes plataformas. En cualquiera de los casos, no podía estar más de acuerdo con el último artículo de Manuel Gil en su blog @ntinomias libro: hay mucha desinformación (y yo me inclino por la segunda acepción del término, la que incluye intención) con respecto a la edición digital.
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