Hace unos días, en este mismo blog, escribía una entrada sobre mi interés como editorial digital por mantener la colaboración con las bibliotecas, con el título Evolución digital. Hoy me doy cuenta, tras una muy interesante y constructiva discusión en #ebookspain (inciso: para los que no lo conocéis aún y os interesa el tema, #ebookspain es un espacio de conversación que empezó en Twitter y luego se trasladó a Google+, donde no hay limitación de extensión y se pueden seguir los debates y los temas con facilidad sin necesidad de restringirnos a un horario concreto) sobre el supuesto plan de Amazon de abrir el mercado de la comercialización del contenido digital de segunda mano, de que la palabra “evolución” está mal elegida.
Parece que nos empeñamos (y aquí entono el mea culpa porque a veces también caigo en este error) en intentar adaptar (o hacer evolucionar) el mundo del libro del papel a la nueva realidad digital, cuando en realidad nuestro esfuerzo debería ir dirigido a establecer un marco totalmente nuevo. Sí, seguimos editando, distribuyendo, vendiendo y leyendo libros, pero en realidad se trata básicamente de contenido, y como tal, la forma de trabajo tradicional de la industria editorial no aplica.
Por ejemplo, enlazando con la discusión en #ebookspain que mencionaba, un mercado de segunda mano de cualquier producto parte de la premisa de que dicho producto pierde calidad con el uso o el tiempo y por tanto se devalúa pero, ¿qué pasa cuando lo que pretende venderse permanece inalterable y, además, no se vende realmente sino que se duplica?
Amalia hola!
ResponderEliminarExplícanos por favor a los menos entendidos qué significa "libro digital de segunda mano". No comprendo.
No sé si comparto la idea de "algo totalmente nuevo" sino de una plataforma nueva de contenido (el contenido ya existía antes, con el libro impreso). Si no es una evolución puede que sea una revolución o una bifurcación. Creo que son dos formas distintas de hacer lo mismo: una bifurcación. Y, por otro lado, creo que no hace falta que los editores digitales deban justificar la legitimidad de su trabajo que, a fin de cuentas, lo que hacen es expandir el mercado para que los libros alcancen nuevas fronteras (de hecho, de no ser por el medio digital hay miles de libros que yo me vería impedida de leer). Es un avance, sin duda alguna. ¿Es importante la comparación con las editoriales clásicas? No lo sé. Lo que es importante es presentar contenidos interesantes y que estos lleguen a la mayor cantidad de lectores posibles. Allí radica, a mi manera de ver, el desafío de toda editorial y, las digitales tienen aquí su gran ventaja.
Un abrazo !
Maia, lo del libro digital de segunda mano es difícil de explicar por una sencilla razón. Es un concepto nuevo que pretende patentar Amazon, probablemente para que los compradores de un e-book puedan desprenderse de él por un menor precio que el pagado. Todo está en el aire
EliminarGracias por la explicación, Javi. Y que tengas un excelente día mañana !!!
EliminarUn abrazo.
Gracias Maia por pasarte por el blog y también a Javi por contestar. Como bien decía él, lo del libro digital de segunda mano se refiere a un supuesto (todavía no hay nada confirmado) intento de Amazon de agarrar otro trocito de mercado comercializando el contenido de segunda mano a través de los usuarios que compraron el contenido original.
EliminarCon mi torpe juego de palabras evolución v.s. revolución solo pretendía desarrollar la idea de que todos los implicados en la edición digital tenemos que hacer un esfuerzo en separarla del funcionamiento del libro impreso porque el digital no es una evolución de este sino una bifurcación, como muy acertadamente indicas, y las reglas que veníamos usando hasta ahora no solo no aplican sino que dan lugar a situaciones sinsentido.
¡Gracias otra vez a los dos!