Es cierto que las estanterías virtuales de las librerías en línea nos limitan en cierto modo la posibilidad de descubrir ese libro que no íbamos buscando pero que está justo al lado de otro que sí, o aquel que cogemos de una mesa por casualidad y cuya contra despierta nuestra curiosidad y termina en la bolsa de la compra. Sin embargo, internet también nos ofrece toda una nueva batería de herramientas para encontrar esa maravillosa lectura: blogs, redes sociales, redes de lectores... Es trabajo de las editoriales estar presentes allí donde los lectores están, sea donde sea, para que puedan conocernos y a nuestros libros. Pero sobre todo para que podamos escucharlos y encontrarnos mutuamente.
Hace algún tiempo leí una estupenda recopilación de definiciones de “encontrabilidad” en tres palabras (en inglés) de la que sin duda me quedo con esta: “Fácil de encontrar”.
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