No voy a descubrir nada nuevo si digo que, en este ciclo de cambios relacionados con el mundo digital, los distintos estamentos dentro de la industria editorial han reaccionado, sobre todo en nuestro país, de forma básicamente conservadora. Desde los primeros “el libro electrónico nunca llegará al gran público” hasta los todavía presentes “la cultura está solo en el papel”, el comportamiento de muchos profesionales del medio podría definirse como “Virgencita, que me quede como estoy”.
Siempre he tenido claro que aquí cada uno pelea por lo suyo: los editores “de toda la vida” por el negocio que conocen y controlan, las librerías por el producto que les da de comer, los distribuidores por su modo de vida y los nuevos, pequeños e independientes por nuestro hueco, descuidado por el resto. Es totalmente legítimo defender lo tuyo, aunque en este caso, me temo, está siendo a costa de no ser capaces de mantener el puesto (o adaptarse a otro) en la realidad cambiante que tenemos, pero lo que, en mi opinión, no tiene cabida es el ataque como defensa, la denigración de lo otro como validación de lo propio, la posición elitista que muchos se adjudican para justificar su ignorancia y su incapacidad para entender no ya el futuro sino el mismo presente.
El colmo de esta actitud es cuando se termina atacando al cliente, ese que hace posible el negocio, culpándolo de tus propios errores, acusándolo de ignorancia porque no le gusta lo que ofreces. Eso me parece pura y simple estupidez.
Lo peor de todo, Amalia, es que esos atrasados culturales (porque las nuevas tecnologías son medios de la cultura, le pese a quien le pese) forman uno de los lobbys más poderosos en nuestro país, por lo que pueden dirigir y definir las leyes a su conveniencia.
ResponderEliminarDe todas formas, creo que es sensato intentar resguardarse de esos ataques infundados, e ir haciendo un buen trabajo. Más tarde o más temprano llegará el cambio de paradigma, el papel será algo obsoleto y los que se han posicionado ahora en el lado del ebook, tendrán su recompensa llegado el momento.
¡Ánimo!!
Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar, y por los ánimos, Iván. Yo también creo que el trabajo bien hecho, con amplitud de miras, ganas y alguna dosis de riesgo termina teniendo recompensa.
EliminarLadran Sancho...
ResponderEliminar... señal que cabalgamos.
EliminarMil gracias por pasarte por aquí y comentar, Maia.
De verdad que este texto y estos comentarios lo animan a uno y lo convencen de que siempre lo que viene es lo mejor.
ResponderEliminarDe Giovannini, gracias por el comentario. Coincido contigo, lo que viene siempre es mejor, aunque el dicho diga lo contrario.
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