Una de mis lecturas de esta mañana ha sido un artículo de Paula Corroto, en Diario Turing, el magazine sobre tecnología de El Diario, hablando sobre el panorama de ventas de tabletas y e-readers en los Estados Unidos; un país en el que siempre hay que fijarse porque lo que ocurre allí indefectiblemente acaba por trasladarse a España.
Realmente no da ningún dato que chirríe, ya que ya desde el propio titular constata lo que todos vemos a diario: las tabletas se venden muchísimo, pero a la gente que le apasiona leer le gusta hacerlo en e-reader; cuando no lo hace en papel, claro.
Un dato que me tranquiliza es que, aunque sea moderadamente, el número de hogares que tiene un lector electrónico sigue aumentando en USA, ya que realmente a veces temo por el futuro de este tipo de dispositivos.
Realmente los gadgets juegan su propio juego de las sillas: los ordenadores portátiles desplazan a los de sobremesa, empiezan a verse tabletas lo suficientemente potentes, y con teclados como periférico que pueden llegar a desplazar a los portátiles, las tabletas, (de nuevo), han arrinconado en parte a los e-readers, porque aunque sean peores para leer sirven para más cosas, y los smartphones son una especie de plaga bíblica que podrían llegar a desplazar, por ejemplo, a las tabletas de gama media-baja.
En todo este maremagnum, los e-readers buscan su hueco.
Al principio me costó acostumbrarme. Ahora adoro mi Kindle. Pensaba nomás el otro día que todos los e-books deberían incluir el título del libro y nombre del autor en cada página (además del número de página). Me siento muy estúpida cuando empiezo un libro y a los pocos días no recuerdo el título del mismo.
ResponderEliminarBesos.
Pues esa es muy buena idea, Maia, me la anoto. ¡Muchas gracias por pasarte y comentar! Besos.
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