jueves, 19 de febrero de 2015

El ebook está acabado, las librerías tradicionales cierran, ¡hala, todos para casa!

Desconozco si lo que voy a comentar es algo propio de la cultura hispana, o si pasa en cualquier país del mundo, pero es algo que yo no acabo de entender. Por desgracia, para los que estamos interesados en "el asunto este de los libros", cada vez que abrimos el navegador nos encontramos con alguna mala noticia relativa a nuestro sector: si no son las ventas de libros electrónicos que se estancan, es esa librería mítica de toda la vida que acaba de echar el cierre.

La parte que yo no entiendo es que, si todo el mundo se dedica a lo mismo, a crear obras literarias y hacérselas llegar a la gente, por qué tengo la impresión de que unos actores esgrimen este tipo de noticias contra otros. Algunos de los que dicen amar el libro en papel al parecer se alegran si el libro electrónico no avanza con brío, y los "guruses" del cambio de paradigma parecen esperar agazapados a que cierre algún templo de la venta de libros en papel.

A mí esto me da cierta pena, porque a mí por encima de todo lo que me apasiona es leer, (y de forma secundaria escribir, y arrimar el hombro para que las editoriales vendan). Algunos adoramos los libros en papel con los que hemos crecido, y a la vez sabemos ver las ventajas que en algunos ámbitos tiene el ebook.

He hablado de sensaciones. Pero también podemos hablar de datos que por si solos, fuera de contexto o incompletos, no valen nada. A veces, cuando se habla del estancamiento en las ventas de ebooks, ni siquiera dejan claro si hablan de contenidos, o de dispositivos. Si hablamos de los lectores de tinta electrónica, lo extraño sería que un dispositivo que, bien cuidado, tiene una vida útil muy larga, cuyo comprador potencial es un gran-lector, y que no puede competir de tú a tú con dispositivos multimedia, siguiera aumentando sus ventas de forma exponencial.

Y si hablamos de contenidos, de su venta, sí que tenemos un problema, está claro, pero el listado de sus causas se me antoja largo, variado, y complejo. Aunque yo haría dos incisos: decir que se editan menos libros electrónicos, y fijarse únicamente en el dato del ISBN, empieza a ser peligrosamente inexacto, ya que gran parte de la autopublicación prescinde de esta herramienta. El segundo inciso es que podemos hablar de poca venta de contenidos, pero el que diga que el libro electrónico está acabado, que monte en el metro y mire a su alrededor.

La otra cara de la moneda. El libro en papel, estoy convencido, tiene por delante una vida muy larga. Las librerías deberían ser una apuesta de cualquier amante de la lectura, y precisamente hay gente que publica en digital, pero no está dando la espalda a las librerías, todo lo contrario. Algunos se apresuraron a decir que el libro de toda la vida iba a pasar a la historia, cuando la realidad es que, en su sencillez, es un objeto maravilloso, que nos acompañará mucho tiempo aún.

Algunos pensamos, aunque me empieza a preocupar que seamos pocos, que lo que hay que hacer es publicar buenos libros, y después hacérselos llegar a cada lector en el formato que demande, ya sea papel o digital. Y que probablemente cada historia acabe funcionando mejor en un soporte u otro, y que algunas de ellas darán el salto al audiolibro, a una aplicación enriquecida con otros contenidos, o a una nueva edición en papel más cuidada. ¿Por qué nos gusta poner puertas al campo? Y lo que es peor, ¿por qué a veces me da la impresión de que nos alegramos si alguien se cae y no se puede levantar?

9 comentarios:

  1. Creo que tienes mucha razón Javi y básicamente estoy de acuerdo en todo lo que comentas. A mí también me llama la atención que solo aparezcan malas noticias, gente lamentándose, pero desde mi visión como lector es que la literatura está más viva que nunca. Se publica muchísimo y se lee muchísimo, posiblemente más que nunca, aunque de manera distinta.

    Hace un par de días me llamaba la atención un artículo que publicaba Lorenzo Silva en Yahoo ( https://es.noticias.yahoo.com/blogs/lorenzo-silva/50-sombras-editoriales-091708722.html ) en un tono distinto al suyo habitual. Siempre le he visto como alguien adelantado en estos temas, sus libros siempre han sido más baratos de lo habitual en formato digital, nunca ha defendido la piratería, de hecho la ha combatido, pero con más inteligencia que otros, pero le vi demasiado cerrado. Es como si ganar el Planeta le hubiera hecho replantearse algunos temas. Y no digo que no tenga razón, pero tampoco la cosa es tan negra como quiere hacernos ver.

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    1. Yo, para Lorenzo Silva, una persona a a que aprecio, y a la que aprecio los esfuerzos que ha hecho (http://www.javiderios.com/?p=715), le haría dos preguntas: ¿cuándo no ha estado la edición en crisis? y ¿cuándo se ha dejado de leer literatura de mera evasión? ¿Nos hemos olvidado de ML Estafanía, de Corín Tellado? Y lo digo con todo el respeto del mundo, porque han entretenido a mucha gente, y eso es maravilloso.

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  2. ¡Fantástico post! de acuerdo en todo, felicidades.

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  3. Me ha gustado todo el artículo, pero el último párrafo enmárcalo, por favor :) Biquiños!

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    1. Muchas gracias Cris. Está mal que lo diga yo, pero no ha quedado mal ;-)

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  4. Coincido con Cris, el último párrafo es aterradoramente cierto. Yo no puedo hablar por el mercado global, y la única librería a que he visto echar el cierre lo hizo hace ocho años (para mudarse a otra ciudad). Creo que las noticias malas venden mucho, lo mismo ocurre en cualquier foro o canal: si alguien sufre, tiene más visitas.

    Se me ocurre montar una web solo con sucesos buenos y agradables, pero estoy pensando en voz alta.

    Solo puedo hablar por mi experiencia y mi libro: el mercado de los eBooks cada vez está más activo, y el libro en papel se demanda (aunque poco, de forma estable). No diría que va a peor, ni mucho menos. Simplemente hay que ver esta gráfica que subí ayer mismo a twitter:

    https://twitter.com/euklidiadas/status/568143370998161409

    Ya que estamos, ¿podrías compartirlo? Diría que es para mostrar las buenas noticias editoriales, pero eso solo es un 20% de la verdad. El otro 80% es puro egoísmo :P

    Me ha gustado el artículo =)

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