En el mundo editorial tenemos una serie de debates recurrentes, imagino que en todos los sectores ocurrirá lo mismo, uno de los más habituales es el del precio de los libros, digitales o no.
Cada vez que leo algo sobre el tema, como este correctísimo post del autor Javier Pellicer (referido al libro impreso pero de total aplicación al electrónico, que, aunque con conceptos y repartos algo diferentes, también tiene su coste), dos ideas principales me vienen a la cabeza.
Cada vez que leo algo sobre el tema, como este correctísimo post del autor Javier Pellicer (referido al libro impreso pero de total aplicación al electrónico, que, aunque con conceptos y repartos algo diferentes, también tiene su coste), dos ideas principales me vienen a la cabeza.
Por un lado, me resulta un tanto preocupante esa imagen que algunos defensores de la carestía de los libros tienen y transmiten de las editoriales, una especie de monstruos que editan y publican como podrían fabricar ruedas y ganan dinero a espuertas a base de timar a los lectores y exprimir a los autores. No voy a entrar a rebatir el argumento, pero sí me pregunto por enésima vez qué hemos hecho mal los editores para mostrarnos de ese modo y cómo podemos corregirlo, dando valor a nuestro trabajo.
Por otro lado, en momentos de crisis como los que vivimos el precio es ciertamente un factor limitante a la hora de acceder a la lectura, al menos vía compra, y encuentro muy necesario un esfuerzo consciente y constante por parte de todos para que los libros estén al alcance de todo aquel que quiera leer, por ejemplo protegiendo y promoviendo las bibliotecas, amenazadas también por la crisis (y los recortes), pero tan vigentes y necesarias como siempre y como nunca.
Aprovecho para señalar que el libro electrónico y la explosión digital también pueden aportar su granito de arena en este sentido, gracias a sus precios más bajos y a iniciativas que incluso permiten leer gratis, como Proyecto Gutenberg o 24symbols.
Un placer ser citado, Amalia. La verdad es que me revienta bastante esa imagen que tiene la gente del editor (una especie de Tío Gilito), cuando la realidad es que la mayoría de editoriales apenas si logran sacar para cubrir los costes de los libros que publican. Supongo que la culpa es de ciertas prácticas por parte de ciertas excepciones (pero muy llamativas). Una pena.
ResponderEliminarPor cierto, ya están posteadas en mi web las dos partes restantes del artículo. El tercero trata sobre las posible soluciones para abaratar el precio de los libros.
Abrazos.
El placer es mío, por poder compartir y comentar contenido tan interesante. Muchas gracias por pasarte por aquí y avisarme de la continuación del artículo, que ahora mismo voy a leer.
EliminarHabrá que trabajar mucho y comunicar bien para que las buenas prácticas editoriales sobresalgan sobre los malos ejemplos.
Un abrazo.
"y ganan dinero a espuertas a base de timar a los lectores y exprimir a los autores"
ResponderEliminarTe cuento un caso que he presenciado la semana pasada. A una persona muy cercana le ofreció un contrato una gran editorial, de las mejores de España.
El mail se dividía en dos partes. La primera relataba lo mucho que les había gustado la novela, lo excitados que estaban todos en la editorial... Lo que cualquier escritor desearía escuchar. Era la parte intangible, subjetiva, la que se lleva el aire porque no se refleja en el contrato.
La segunda parte del mail detallaba las condiciones del contrato, % de beneficios, duración del contrato, tirada inicial... La parte que no se lleva el aire porque sí se firma. Esta segunda parte, la objetiva, era muy diferente.
La persona es cuestión contestó que no le parecían unas condiciones justas. La editorial respondió dos días más tarde con una nueva oferta. Cambiaron algunas condiciones. La más significa fue el % de regalías del formato digital, que aumentó en un 10%.
De aquí se desprende en primer lugar que si hubiese firmado la primera vez, habría ganado un 10% menos por su trabajo durante los años de duración del contrato, que no eran pocos.
¿Qué pasó en esos dos días? El texto de la novela no cambió. ¿La volvieron a leer y pensaron que era un 10% mejor de lo que habían calculado y por tanto podían ganar más y pagarle más al autor? Es posible, aunque de ser así no lo indicaron en su segundo mail.
También es posible que copiaran y pegaran la primera parte del mail (con ligeras variaciones), la parte bonita que se lleva el aire, y ofrecieran el mínimo para ver si ellos se quedaban un 10% más de lo que se demostró podían pagarle al autor. ¿Es descabellada esta suposición? ¿Es normal que los grandes profesionales y expertos de la edición no sepan valorar una novela la primera vez que hacen una oferta para hacer una propuesta justa?
¿Cuántos autores habrán firmado la primera vez, cediendo un 10% de sus beneficios? ¿Y si esta persona vuelve a negarse? ¿Le subirán un 10% más? ¿Un 5? ¿Así es como se determina el % que es justo que un autor reciba por su trabajo?
Conozco muchos casos parecidos, yo mismo pasé por una experiencia similar la única vez que firmé con una editorial. Pero esta vez es la primera que yo tengo ocasión de verlo con mis propios ojos de una de las editoriales más importantes de España, parte de un grupo empresarial aún más importante.
Esta y otras prácticas son las que a mí, personalmente, me llevan a pensar que sí, que generalizando, la editoriales, en muchas ocasiones, se dedican a "exprimir a los autores".
Afortunadamente hay excepciones.
Cuando comento este y otros casos similares con personas ajenas al mundo editorial, nadie expresa que le parece un modo justo de tratar a los autores, sobre todo cuando sus libros les encantan a los editores y todos en la editorial están muy excitados, y van a iniciar un camino juntos maravilloso...
Nando, muchas gracias por pasarte por aquí, comentar y contar este caso, que me consta que no es único. Por supuesto ese tipo de prácticas y los contratos abusivos son totalmente reprobables, pero el hecho de que sea por parte de una gran editorial no significa que sea el comportamiento general. Hay muchas editoriales, pequeñas, independientes, con gusto por lo que hacen y respeto por sus autores, que tienen otra forma de trabajar. Pero quizá no se nos vea tanto.
EliminarAmalia, totalmente de acuerdo. De hecho, yo estoy muy cerca de publicar este mismo año con una editorial pequeña precisamente por lo que comentas, porque sus condiciones no me parecen abusivas, de hecho me parecen razonables.
EliminarPor desgracia, los contratos que más se "oyen" y que más "ruido" generan en las redes y en general son los de las grandes editoriales. Son sus prácticas las que tienen mayor repercusión y las que generan más rumores y comentarios como el que citas. Y sin generalizar es muy complicado hablar de estas cosas.
Es que lo malo siempre suena más, Fernando Trujillo. Pero me revienta que se generalice desde fuera, desde los que no conocen el mundillo. Puestos a generalizar, vamos a decir que TODOS los autopublicados son autores frustrados rechazados por editoriales y cuyas obras no tienen calidad. ¿Es bueno por tanto generalizar? ¿Es realmente necesario? Es más, ¿es justo generalizar cuando hablamos de editores, cuando sabemos que la mayoría no llevan a cabo esas malas prácticas de las grandes super editoriales que mencionas (y que son solo tres o cuatro)? Es que siempre que hablamos parece que das por buena la generalización en este tema, que es inevitable generalizar, pero no en el de la autopublicación (que, insisto, me parece un camino genial si se hace con profesionalidad, como tú lo estás haciendo).
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EliminarNo sé quién ha mencionado aquí la palabra autopublicación. Yo desde luego no. Ni he comparado editores con autopublicados, ni nada por el estilo. En todo caso, eso lo has hecho tú, no yo.
EliminarYo he comentado una experiencia respondiendo a la frase que cita Amelia, la que he marcado entre comillas al inicio de mi intervención.
Que tú y yo hayamos hablado en otras ocasiones no implica que yo esté hablando ahora de lo mismo. Es como si yo cito tu opinión sobre los cómics porque la hemos comentado antes. Yo he contestado al post de Amelia, una parte concreta que he entrecomillado y sobre la que creo que puedo aportar una experiencia concreta relacionada.
Y el artículo que cita en su post, el que tú has escrito, habla del precio de los libros físicos, algo que tampoco tiene nada que ver con los autoeditados.
Eres tú el que ha opinado de ese tema, no sé por qué, diciendo que si se generaliza son todos autores frustrados. Yo no sé a qué viene en este contexto, la verdad.
A mí me da la impresión de que parece una especie de ataque, o más bien como si te defendieras porque te sientes atacado, o porque piensas que a mí me molesta lo que tú pienses de los autoeditados.
Yo te repito que no los he mencionado en esta conversación, que no veo qué relación tiene. Yo sigo sin entender por qué sacas ese tema. Quizá es por esto que dices: "Pero me revienta que..."
Siento mucho que mis intervenciones te revienten, de verdad. Pero no es asunto mío, ni es mi intención, como no lo era para nada hablar de autopublicación en este hilo.
Quizás también tendría que haber entrecomillado yo, ese ha sido mi error. Mi comentario viene a cuento de este párrafo tuyo:
Eliminar"Esta y otras prácticas son las que a mí, personalmente, me llevan a pensar que sí, que generalizando, la editoriales, en muchas ocasiones, se dedican a "exprimir a los autores"."
Eso de exprimir a los autores es un pensamiento tan absurdamente generalizado que es lo que me ha llevado a establecer un paralelismo, como dice Javi de Rios.
No veas ningún ataque a la autopublicación, ni a ti. La mención a la autopublicación es un recurso que utilizo como ejemplo de lo erróneo que es generalizar, que es lo que me revienta, no tus intervenciones. Esa imagen que se trata de mantener de que trabajar con las editoriales es "dejar que se aprovechen de ti" es tan errónea como quienes aseguran que la autopublicación, per se, es una mala alternativa.
¿Pillas ahora a lo que me refería? No veas demonios donde no los hay.
Yo creo que Javier Pellicer simplemente ha establecido un paralelismo. Yo conozco a gente que generaliza al hablar de editoriales, y gente que generaliza al hablar de autopublicación. Cuando yo creo que el futuro está en eliminar barreras y en la ósmosis entre un sistema y otro, de igual modo que creo en la convivencia del papel y lo digital. Cada libro puede tener una vida, una historia, un recorrido. O varios, ya que actualmente estamos viendo libros que, al recuperar los autores sus derechos, comienzan una nueva vida, una especie de segunda oportunidad.
ResponderEliminarExactamente, a eso me refiero. El punto era denunciar la generalización, tanto hacia un lado como hacia otro. No se puede partir de una premisa excepcional para crear una imagen global. O dicho de otra forma: LAS EDITORIALES NO SE APROVECHAN DE LOS AUTORES (salvo casos excepcionales). Joder, es que no tiene sentido pensar eso cuando son ellos los que invierten su dinero y corren el riesgo de un batacazo.
EliminarBueno, yo creo que sí, que en muchos casos se aprovechan, con clausulas abusivas en sus contratos y otras prácticas. Y también creo que no tiene sentido pensar lo contrario.
EliminarLo siento, no sé cómo expresar esto sin generalizar. No puedo hacer una lista de editoriales y decir esta sí, esta no. Y tampoco me molesta para nada que tú sí generalices asegurando en mayúsculas que las editoriales no se aprovechan.
Yo he negociado con un cierto número de editoriales, y todavía lo hago, y también gente de mi entorno cercano, y mi sensación es que se aprovechan de su situación de fuerza, concretamente de que para acceder a una librería son indispensables. Y se aprovechan de muchas maneras más que el ejemplo que he citado.
¿Esto es una generalización? Por supuesto. ¿Cómo expreso si no esa idea? Mientras haya una sola editorial que actúa correctamente ya no puedo decir esto mismo. ¿Cómo mido el % de editoriales que actúan de un modo u otro? A fin de cuentas, esto no es un tribunal, no es más que mi opinión, que no soy nadie.
Pero yo os hago una pregunta, a ver si me ayudáis a entenderlo. Si partimos como dice Amelia de que hay cierto clima de que los editores son "malos", ¿de dónde viene eso? Lo hacen todo muy bien, pero tienen muy mala suerte y a los autores les gusta criticarles, porque sí, porque se divierten y les gusta hablar mal de quienes arriesgan tanto por ellos.
¿De dónde sale esa idea en vuestra opinión? Porque para mí que esa idea tiene cierta base.
Viene de lo mismo que viene todo: los bancos son todos malos, los políticos son todos malos, Windows es el demonio, el Madrid compra a los árbitros, los jefes son todos unos tiranos... La gente necesita figuras que criticar, y estas suelen ser las que están en una situación, digamos, de "superioridad", o por encima de la media en algún aspecto (que no se me entienda mal). Por tanto, los editores, esos que cobran libros, que son productos culturales y ya sabemos que la cultura debería ser gratuita (me río yo de eso), esos que solo pagan un 10% a los autores (aunque olvidamos decir que la pasta para publicar la arriesgan las editoriales), se aprovechan de los autores (a los que luego no nos importa piratear, por cierto).
EliminarY me callo porque me acabo de recordar a Marhuenda... XDDD
Y ojo, yo no he dicho, y no diré nunca, que lo hacen todo bien. Pero tampoco diré que todo lo hacen mal. Hay de todo. Yo mismo he tenido buenas, regulares y malas experiencias.
EliminarLa crítica a los editores tiene base, por supuesto, porque las malas prácticas, como ya hemos dicho todos, existen. Uno de los problemas, en mi opinión, es que se desconoce lo que hacemos o se le da muy poco valor. Ahí es donde creo que hemos fallado, entre otras cosas, en explicar adecuadamente cuál es nuestra función y por qué es importante. Y, ojo, que no digo imprescindible. También creo que se suele hablar mucho más de lo que se hace mal que de lo que se hace bien, me viene a la cabeza eso de un cliente contento vale por dos mientras que uno descontento vale por 100.
EliminarYa te digo que se desconoce. Si te pones a preguntar por la calle, nueve de cada diez personas te dirán que un editor es un señor millonario que se limpia el culo con billetes de 500 euros mientras explota al autor y roba al lector.
EliminarLa realidad, como Amalia sabe, es que la mayoría de editores lo pasa tan mal como cualquiera para llegar a fin de mes.
Yo en este caso me refería a opiniones de escritores que hayan firmado al menos un contrato con una editorial, es decir con conocimiento de causa, no a los que pasan por la calle, que efectivamente no pueden saber gran cosa, o solo lo que les hayan contado, que es muy distinto.
EliminarEn cambio, los que sí han firmado y han cedido los derechos de su trabajo por X años y han tenido experiencia de primera mano, tienen una opinión, se comparta o no, fundada.
El argumento de los bancos son malos, los políticos... Es tan genérico que con eso se defiende cualquier cosa.
Cambio la pregunta. ¿Por qué hay escritores con contratos editoriales que piensan que los editores sí se aprovechan de ellos, o algo similar (usad la expresión que más os guste, creo que se entiende la idea)? ¿O no pensáis que hay escritores en esa situación?
Yo creo que sí, conozco a varios, y me cuesta mucho pensar que solo conozco yo a los escritores insatisfechos. También leo mucho sobre escritores (americanos) que denuncian públicamente las prácticas abusivas de las editoriales, americanas, claro, pero esas prácticas apenas se diferencian de las de aquí, sobre todo en las grandes, en las que más peso tienen en el mundo editorial.
Si queréis os paso uno de esos blogs donde opinan cientos de escritores, la mayoría con contratos, y muchos que se ganan la vida escribiendo.
A mí me parece que cuando la gente con experiencia de primera mano lo dice, algo hay. No me creo que se dediquen todos a difamar porque son muy malas personas y les sobra el tiempo.
Ese tipo de escritores sí saben lo que hacen los editores porque lo viven, y su sueldo depende de ello en muchos casos.
"El argumento de los bancos son malos, los políticos... Es tan genérico que con eso se defiende cualquier cosa". A ver si me aclaro: ¿entonces podemos o no podemos generalizar? Es que ya no sé por dónde tirar, porque las reglas parecen cambiar a cada minuto.
EliminarClaro que hay escritores que se sienten defraudados e incluso estafados. Faltaría más. Pero también los hay satisfechos, y muchos. Yo conozco de todo. Incluso yo mismo estoy contento con unas editoriales y decepcionado con otras. Si es que nadie está diciendo que las editoriales sean todas una maravilla. Pero, ¿no ocurre eso con todos los oficios del mundo? ¿Por qué iba a ser distinto en el mercado editorial?
Me refería a que decir que todo es malo para justificar a alguien o algo a mí es un argumento que no me convence.
ResponderEliminarQue vuelve a ser un poco lo mismo con esto: "Pero, ¿no ocurre eso con todos los oficios del mundo? ¿Por qué iba a ser distinto en el mercado editorial?" Pues si todo es así, ¿qué más da, no? Entonces está bien.
De todos modos, hay algo en los contratos, en sus clausulas, en la cantidad de derechos que se exigen, no solo de impresión, y que luego ni se intentan explotar siquiera, en las regalías, y en muchos otros detalles, que ya se ha establecido como norma, desde hace mucho, y que en mi opinión tiene su base en la posición de poder que han tenido siempre las editoriales, en el hecho de que hay que pasar por una de ellas sí o sí para tener un libro en las tiendas físicas, no en su buen hacer, sino en la distribución física. De ahí deriva una situación que a mí me parece injusta, y que ya se ha convertido en norma, en lo habitual, que las editoriales, generalizando aprovechan a su favor y lo hacen muy bien. Y conozco muchos escritores que han publicado que piensan de un modo similar.
No sé de dónde vendrá la "mala prensa" que tienen los editores con la gente de la calle, si es que la tienen, pero en el caso de los escritores, los que han trabajado con ellos y tienen experiencia de primera mano, yo creo que viene del trato que reciben y los contratos que se ven obligados a firmar si quieren tener acceso a la distribución física. No creo que sean todos malas personas que les gusta atacar gratuitamente a los editores porque no tienen nada mejor que hacer, sobre todo cuando sus argumentos coinciden entre ellos, incluso entre escritores de diferentes países, incluso alguno que tiene una pequeña editorial que ha montado por su cuenta y todavía sabe más del asunto de la distribución de primera mano.
¿Es habitual como dices que pase en todo el mundo y en todos los oficios? Es posible. Pero también es habitual que algunos se quejen, sobre todo los que menos miedo tienen a posibles "represalias".
Conozco varios en USA que incluso hacen públicon todos los datos que ellos tienen, contratos, ventas, % beneficios... Para que los demás sepan lo que hay y puedan tomar decisiones informadas. En ese blog participan también escritores de renombre tradicionales, con sus datos (en este caso usan seudónimo por razones obvias) y es sorprendente lo que se ve y lo que se aprende. Participa gente que ha rechazado un millón y medio de dos de las cinco mejores editoriales del mundo para publicar por su cuenta, y explica por qué, y explica también lo que haría de ser un autor novel y por qué. Participa otro muy famoso que se llama Hugh Howley (no me sé el nombre exacto) que es de los primeros que han conseguido publicar sin ceder los derechos digitales. Este último ha desarrollado un bot que rastrea las ventas de las listas de la web de miles autores y comparte gráficos de todo de ganancias, ventas, beneficios, de autores tradicionales, independientes... Y lo es más que sorprendente lo que publica, y lo comentan cientos de autores, incluso los tradicionales confirman sus datos. Las editoriales no, por supuesto.
En definitiva, que yo detecto eso de gente con mucho peso, muchos datos y muchos contratos a las espaladas, comentados por cientos de escritores más. Son argumentos que se pueden compartir o no, pero no son inventados, ni cosas como es que son todos malos.
Y todos sabemos que aquí vamos entre 5 y 10 años detrás de USA, como poco. Por supuesto, algo como lo que he descrito no lo conozco en España. Aquí solo cuanto con lo que yo he visto y experimentado, directamente y a través de gente muy cercana, incluso dentro de mi familia.
Qué se le va a hacer. A mí tampoco me convence el argumento de que "las editoriales tratan de aprovecharse del autor" o que los que defendemos el trabajo editorial lo hacemos por miedo a las represalias. En el próximo artículo de opinión en mi web verás por qué.
EliminarO me expreso muy mal (lo más probable), o no me entiendes. Hablas de defensa, como si hubiese un ataque.
EliminarNinguno de los autores que te comento que he leído o hablado (y me incluyo) desea nada malo a las editoriales. La inmensa mayoría (y me incluyo) está deseando colaborar con las editoriales.
Lo que estos autores con experiencia defienden (o atacan, según lo veas tú), es que las editoriales actúen de otro modo, en especial con los autores. Que vean que hay que cambiar, que hay otros modos, mejores (en su opinión, y en la mía) de hacer las cosas y tratar a los autores. Que evolucionen, que aprendan, que no se queden estancados... Algunos además, los más hábiles, ofrecen alternativas y propuestas, y toda la información de la que disponen, datos, números, para que todo el que quiera los pueda consultar e informarse. Y por supuesto consideran (y me incluyo) que no están siendo tratados justamente. No sé por qué una crítica constructiva, con propuestas y con datos que la sustentan (en USA, eso en España no lo he visto, lo admito), una reivindicación de un trato mejor, tiene que verse como un ataque.
Tú puedes considerar que las editoriales necesitan defensa, como dices, y que lo hacen todo muy bien y no se debería cambiar nada en el trato con el autor, por supuesto. Defiéndelo todo lo que quieras porque es tu opinión, faltaría más.
Yo, desde luego, creo (y espero) que deberían evolucionar bastante, en muchos aspectos, y me encantaría que lo hicieran.
Pero está claro que si la mayoría piensa como tú, si la mayoría de los autores están tan contentos con lo que reciben actualmente, las editoriales no tienen ninguna razón para cambiar. Que sigan así. Yo lo haría porque no se puede contentar a todo el mundo. Y los que no estamos contentos con ese trato y pensamos que se puede hacer mucho mejor pues es nuestro problema si somos minoría, ya pasaremos por el aro o nos lo montaremos por nuestra cuenta. No hay más.
Yo parece que tampoco me hago entender, porque no hablo de defender a las editoriales per se, sino el trabajo editorial (que obviamente mayoritariamente lo hacen las editoriales, pero el matiz existe). Tampoco digo que no deban cambiar. Lo he repetido hasta la saciedad en mis artículos, y no sé si en esta discusión también: tienen que evolucionar. A mis propias palabras me remito, que este debate se está mordiendo la cola a sí mismo.
EliminarLa crítica no solo es buena sino necesaria, al igual que la denuncia. Que las cosas se hagan mal en todas partes o desde siempre, no es excusa para no corregirlo. En eso creo que estamos todos de acuerdo. Pero también creo que hay autores, y no pocos, contentos con sus editoriales aunque no escriban en un blog cada día para anunciarlo (de hecho, tendría muy poco público).
ResponderEliminarEn cualquier caso, os agradezco muchísimo que hayáis aprovechado este espacio para debatir. Este era precisamente uno de los objetivos que nos planteamos al abrir el blog. Lo importante no es estar de acuerdo sino ser capaces de discutirlo.